El 2 de abril de 1983 las Fuerzas Armadas Argentinas desembarcan en Malvinas con el objetivo de recuperar el territorio, ocupado por Gran Bretaña en 1833, que por razones históricas y geográficas pertenece a la República Argentina.

El acto de Nivel Secundario, organizado por el Departamento de Comunicación y Expresión, se centró en la reflexión sobre los ex combatientes, chicos 17 a 20 años que se encontraron de un día para otro en un lugar inhóspito, frío, luchando contra un enemigo superior en armamentos; muchos murieron, otros quedaron mutilados y el resto tuvo que modificar su vida, siendo ahora excombatientes.

El Alumno Javier Desprebiteris de 2º año B, recordó a través de un cuento de Jorge Luis Borges, como la guerra alteró la vida cotidiana de miles de jóvenes argentinos:

JUAN LÓPEZ Y JOHN WARD

Les tocó en suerte una época extraña.

El planeta había sido parcelado en distintos países, cada uno
provisto de lealtades, de queridas memorias, de un pasado
sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología
peculiar, de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos
y de símbolos. Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras.

López había nacido en la ciudad junto al río inmóvil;
Ward, en las afueras de la ciudad por la que caminó Father Brown.
Había estudiado castellano para leer el Quijote.

El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido
revelado en una aula de la calle Viamonte.

Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a cara,
en unas islas demasiado famosas,
y cada uno de los dos fue Caín, y cada uno, Abel.

Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.

El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.


Jorge Luis Borges, 1985